AUTORITARISMO COMPETITIVO.

Isidoro Yescas (IISUABJO)

Los politólogos Steven Levitsky y Lucan A. Way acuñaron en el 2002 el concepto de autoritarismo competitivo, entendiendo como tal a un régimen en donde “las instituciones democráticas formales son ampliamente vistas como medios principales para obtener y ejercer la autoridad política.”
Agregan: “Los funcionarios violan estas reglas con mucha frecuencia , hasta el punto que el régimen no logra tener los estándares mínimos convencionales para la democracia”
En este tipo de régimen - o regímenes, pues los autores citan 14 casos, entre ellos México- “los funcionarios abusan constantemente de los recursos del Estado, no ofrecen a la oposición un cubrimiento adecuado de los medios y manipulan los resultados de las elecciones”.
Un hecho singular del autoritarismo competitivo es que “las reglas democráticas simplemente sirven para legitimar un liderazgo autocrático existente.”
Publicado en español en el año 2004 en la revista Estudios Políticos de Medellín, con el título “Elecciones sin democracia. El surgimiento del autoritarismo competitivo”, el artículo de Levitsky y Way establece claramente la diferenciación entre este tipo de autoritarismo con los totalitarismos, por ejemplo, o con las democracias delegativas.
Queda claro que la principal característica de los regímenes autoritarios competitivos
es la persistencia de las instituciones democráticas. Y es en ese contexto que los autores definen cuatro arenas de competencia a través de las cuales las fuerzas de oposición pueden periódicamente desafiar, debilitar y hasta vencer a los gobiernos autocráticos: la arena electoral, la legislativa, la judicial y los medios de información.
De las cuatro, es la arena electoral la mas importante porque las elecciones son fuertemente reñidas y competitivas. Se presentan “grandes abusos de poder” por parte del Estado, no existe transparencia en los procesos y los gobernantes autócratas suelen manipular los resultados de las elecciones, pero no necesariamente a través de los fraudes masivos.
Acerca de la arena legislativa escriben: “En la mayoría de los regímenes autoritarios de gran escala, el legislativo o no existe o está bien controlado por el partido gobernante que el conflicto entre las ramas ejecutiva y legislativa es virtualmente impensable.El poder legislativo tiende a ser relativamente débil, aunque en ocasiones puede convertirse en punto focal de la actividad de la oposición.
“Incluso donde los ejecutivos disfrutan de grandes mayorías legislativas, las fuerzas de la oposición pueden utilizar la rama legislativa como un lugar de encuentro y organización y como una plataforma pública para denunciar al régimen.”
De la arena judicial, se rescata éste párrafo: “Por lo general, los gobiernos de los regimenes autoritarios competitivos intentan subordinar la rama judicial, con frecuencia a través de la persecución o , más sutilmente,con soborno, extorsión y otros mecanismos de cooptación.”
Finalmente, en la arena de los medios los regímenes autoritaritarios competitivos generalmente se muestran tolerantes con la prensa independiente mientras no ponga en riesgo su legitimidad y control político pues de lo contrario acuden al expediente de la represión sutil que incluyen el soborno, la publicidad selectiva, la manipulación de deudas e impuestos y el fomento del conflicto interno.
Los autores de este artículo ,resumido en este espacio para que los lectores saquen sus conclusiones a partir de una revisión crítica de los dos últimos gobiernos que ha padecido Oaxaca, concluyen con una advertencia: la derrota de un régimen autoritario competitivo no significa democratización: “Si bien la remoción de las élites autocráticas crea una oportunidad significativa para el cambio de régimen e incluso para la democratización, ésta no asegura tal resultado”.
isidoroyescas@yahoo.com.mx

sociedadypolitica1.blogspot.com
Mayo 21 del 2010.

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