LOS ASPIRANTES

Isidoro Yescas
Con un escenario electoral en donde el PRI estima ganar las once diputaciones federales de mayoría relativa, aun cuando no se descarta que en el distrito 05 con cabecera en Tehuantepec se pueda sufrir un revés, en la agenda política del Gran Elector otro asunto ya está registrado como de alta prioridad: se trata de la sucesión gubernamental del 2010 y de manera mas específica sobre el nombre del candidato del PRI a la gubernatura.
Las reglas no escritas del sistema político mexicano para este tipo de procesos internos señalan que es en el quinto año de gobierno cuando el gobernador en turno debe empezar valorar las fortalezas y debilidades de cada aspirante, pero también sus niveles de aceptación y/o rechazo entre los grupos de poder de la estructura estatal y nacional del partido y, por supuesto, entre lideres políticos, sociales, empresariales y religiosos . Tampoco pueden pasarse por alto los propios afectos o simpatías del Gran Electoral hacia alguno de los aspirantes, factor que a veces resulta decisivo para el ungimiento.
Una parte de este proceso interno no estatutario se opera a través de las encuestas que periódicamente se aplican, ya desde la propia oficina del Jefe del Ejecutivo, o desde las dirigencia, estatal y/o nacional del PRI. Otra vía es la propia “libertad “que otorga el Gran Elector a los miembros de su primer círculo (y aun a quienes sin serlo asumen que tienen los méritos políticos suficientes para participar de la pasarela) para que por diversas vías ( y métodos) cabildeen y se posicionen en los medios de comunicación y entre los grupos de poder.
El cumplimiento de estas reglas no es lineal, pero en términos generales ayuda a comprender el movimiento que de algunos meses a la fecha vienen observando algunos de los aspirantes a la candidatura del PRI en Oaxaca.
Como es lógico suponer, en esta etapa todavía son muchos los que aparecen en la lista de aspirantes , ya por los cargos que ocupan o por la cercanía y/o complicidad con el Gran Elector.
Por los cargos que ocupan, son aspirantes naturales el senador Adolfo Toledo Infanzón y el presidente municipal de la ciudad capital, José Antonio Hernández Fraguas. Lo sería también el líder del Congreso local, Herminio Cuevas, si no fuera porque ha sido evidente el desinterés del diputado mixteco para participar del handicap. Y si el priísmo oaxaqueño tuviera fracción y liderazgo en el Congreso federal ese diputado también entraría en este grupo.
Del segundo grupo, es decir, de los muy cercanos al gobernador Ulises Ruiz ( la burbuja, pues) sin duda el mejor posicionado es el presidente del CDE del PRI, Jorge Franco Vargas, aun cuando en la contienda figuran también los candidatos a una diputación, Hector Pablo Ramírez Puga y Eviel Pérez Magaña.
Existe un tercer grupo de aspirantes , identificados mas por su carrera política y experiencia administrativa que por su cercanía o exclusión de la élite gobernante, que también se han incorporado a la lucha sucesoria . Ellos son el Secretario de Administración, José Antonio Estefan Garfías, y el exsenador y funcionario de la CNDH, Sadot Sánchez Carreño.
En este grupo también podría incluirse al Secretario de Salud, Martin Vásquez Villanueva, uno de los mas recientes jugadores que ya tienen entrada asegurada para participar de este juego de vencidas luego del reconocimiento que le hiciera su homólogo a nivel nacional, José Angel Córdoba Villalobos, por su trabajo desarrollado durante la contingencia sanitaria que vivió nuestra país ,y Oaxaca en particular.
Pero al margen de este hecho circunstancial ,que bien podríamos denominar el factor influenza, lo que importa señalar es que su virtual inclusión en la lucha sucesoria respondería tanto a la valoración realizada por el gobernador Ulises Ruiz sobre su desempeño como funcionario –discreto y eficaz- como al propio posicionamiento que ha logrado entre la clase política local reacia a aceptar el continuismo.
Todos estos aspirantes tienen posibilidades aun cuando, como en cualquier competencia, existen quienes están mas aventajados, ya por méritos propios, ya porque las dados se han cargado de un solo lado, o sencillamente porque lo que hasta ahora ha prevalecido en el proceso sucesorio es una contienda desigual e inequitativa en donde todo va para el favorito, y lo menos para el resto de los aspirantes.
Sin embargo un hecho es inegable: esto apenas empieza a tomar forma y habrá que esperar que el tiempo y las circunstancias a nivel local y nacional confirmen si hay o no delfín a la vista o, por el contrario, las señales apunten a otro lado y pongan en claro que lo que parece un hecho consumado solo forma parte de la simulación y el engaño del Gran Elector.

Noticias, mayo 23 del 2009.

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