EL DESTAPE

Isidoro Yescas

Beatriz Paredes, presidenta del CEN del PRI, votó en contra. Enrique Peña Nieto, gobernador del estado de México y aspirante presidencial, se reservó su opinión y dejó que el gobernador de Oaxaca seleccionara a su candidato. El líder del senado, Manlio Fabio Beltrones, fue más abierto y de plano dijo que su voto era por “un senador del PRI.” Y Jorge Franco Vargas, Adolfo Toledo Infanzón, José Antonio Estefan Garfías y José Antonio Hernández Fraguas, ratificaron su disciplina y respeto a URO, pero advirtieron que no le levantarán la mano a Eviel Pérez Magaña.
Y bajo este escenario interno adverso, este lunes se consuma la unción del delfín a la gubernatura en un acto de masas que seguramente llenará la Plaza de la Danza porque los deslindes y fisuras en la cúspide del priísmo oaxaqueño aun no alcanzan a los cuadros medios y a la militancia. Pero muy pronto empezarán a expresarse.
Ocurrirá en forma inevitable porque quienes con mucha anticipación trabajaron para crear estructura propia, ganar simpatías y posicionarse en las preferencias electorales de priístas y no priístas ya no tendrán “causa” por qué luchar ni medios para evitar la imposición en cascada de candidatos a diputados y concejales afines a Pérez Magaña o cercanos a su círculo de amigos y condotieros.
Y sin un futuro asegurado, no faltarán líderes sociales, políticos y hasta caciques regionales que voltearán los ojos hacia otro lado para buscar reacomodo y una nueva plataforma electoral para sus aspiraciones.
No está en duda la fortaleza de la estructura territorial del PRI, ni la capacidad de operación electoral del aparato gubernamental para usar todos los medios a su alcance para conservar su voto duro. Lo que se pone en duda es que el desenlace del proceso interno para definir el nombre del candidato a gobernador provocó malestar y hasta irritación entre la mayoría de aspirantes, con todo y que muchos ya sabían que desde un principio jugaron con dados cargados.
Por eso su ausencia en el dispendioso informe semestral del diputado Eviel Pérez Magaña. Y por lo mismo es probable que tampoco este lunes primero de marzo convaliden su “destape” participando de un registro que ya será mero trámite burocrático pues es un secreto a voces que ya el PRI tiene un candidato a la gubernatura “fresco, con carisma y con perfil de ganador”, como lo califica el Gran Elector.
Y para saber si acertó en su decisión final o se equivocó, no será necesario esperar hasta el día de la elección.
Vendrá la precampaña, la convención y luego el arranque de la campaña.Tres momentos claves para que el PRI-gobierno pueda arreglar sus diferencias internas o asumir el costo de una mala decisión.

isidoroyescas@yahoo.com.mx
http://sociedadypolitica1.blogspot.com/

Publicado en Noticias, 1 de marzo 2010.

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