Normas y formas en las sucesiones de rector

Isidoro Yescas Martínez (IISUABJO)

En sus 50 años de vida la UABJO ha sido escenario de 14 procesos de elección de rector realizados de acuerdo a lo establecido en la legislación universitaria , recuento que no toma en cuenta aquellos llevados a cabo en el período comprendido del 28 de enero de 1976 a mayo de 1978, caracterizado por la ingobernabilidad institucional ( reflejada en el ascenso y caída de 5 rectores) y en la virtual parálisis académica de la máxima Casa de Estudios;se excluye también la designación de un rector interino en mayo de 1986.
Como en la mayoría de las universidades públicas de México, en la UABJO los procesos de elección de rector se han constituido en un escaparate político que lo mismo han servido para propiciar el reacomodo de las mas variadas expresiones de organización estudiantil, académica y sindical que para renovar proyectos institucionales o reafirmar la ingerencia, abierta o soterrada, de los gobiernos estatal y federal.
Se trata de procesos que si bien están regulados por la Ley Orgánica , lo que en todo caso ha garantizado la legalidad de cada elección, esta normatividad ha resultado insuficiente y las mas de las veces omisa para precisar las reglas y procedimientos electorales que se constituyan en fuente de legitimación y en garantía de gobernabilidad institucional .
Cuando la Universidad aún no gozaba de autonomía (antes de agosto de 1971), los procesos sucesorios fueron relativamente tersos y sin grandes complicaciones post-electorales toda vez que la propia Ley Orgánica facultaba al Jefe del Ejecutivo estatal su intervención para proponer una terna a la Asamblea Universitaria de donde se elegía al rector. Todavía hasta la elección de Rubén Vasconcelos Beltrán, ocurrida en diciembre de 1971, es decir, mas de dos meses después de que la XLVII Legislatura local concediera la autonomía a la UBJ ( en adelante UABJO) el proceso se desarrolló sin contratiempos y tres años después lo mismo ocurriría con su sucesor, Guillermo García Manzano.
Sin embargo, en las siguientes elecciones de rector la historia fue diferente por varias razones: en primer lugar, porque ya con el decreto de autonomía , el gobierno del estado, vía el gobernador en turno, había sido excluido formalmente para proponer la terna de candidatos a rector a la Asamblea Universitaria, papel que ahora se delegaba en el Consejo Universitario; en segundo lugar, porque además de la Federación Estudiantil Oaxaqueña (vigente hasta 1975) otras organizaciones estudiantiles, así como corrientes sindicales y de académicos, se involucraron profundamente al punto que una de las principales demandas del movimiento estudiantil desarrollado en la segunda mitad de la década de los setentas fue la paridad de votos de maestros y estudiantes en la elección de autoridades universitarias; en tercer lugar, porque los saldos negativos de la movilización estudiantil-popular del trienio comprendido de 1975 a 1977 convertiría a la UABJO en un territorio propicio para la disputa de cuotas de poder por parte de una multiplicidad de expresiones grupales , sindicales, partidistas y porriles; y , finalmente, porque la intención democratizadora buscada con el voto universal, directo y secreto –incluído en la Ley Orgánica de la UABJO a partir de 1988, se perdió ante la avalancha de manipulaciones e irregularidades electorales suscitadas por dicha disposición .
A partir de entonces se hizo necesario el diseño de pactos y acuerdos políticos entre los diversos actores y las autoridades universitarias en turno, así como la mediación gubernamental, para evitar la agudización de las disputas electorales y la pérdida de control de los conflictos que en cada relevo rectoral ha vivido la Universidad.
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De los relevos rectorales desarrollados de 1955 a 1972 tal vez la mas interesante fue la ocurrida con el primer rector universitario y no precisamente por la abierta intervención del gobernador en turno, facultado para tal acto por el Decreto No. 131 del 17 de enero de 1955 que erigió al Instituto Autónomo de Ciencias y Artes en Universidad ,sino porque este cargo de alta responsabilidad académica y prestigio político se peleaba y dirimía en los círculos mas cercanos al Poder Ejecutivo estatal a partir de alianzas y lealtades tejidas entre la clase política y los sectores mas influyentes del Instituto. Y en ocasiones, por la intervención del mismo Poder Ejecutivo federal como aconteció con la sucesión de 1955.
Los dos principales aspirantes a ese cargo, Ignacio Castro Mantecón y Federico Ortiz Armengol, formaban parte de la élite intelectual y política de Oaxaca y, por supuesto, gozaban de prestigio y respeto entre la comunidad académica del Instituto Autónomo de Ciencias y Artes .
Ambos estudiaron el bachillerato en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado y su carrera profesional en la UNAM, el primero como licenciado en Derecho y el segundo como Médico Cirujano. Concluidos sus estudios regresarían a la ciudad de Oaxaca para incorporarse como catedráticos en el ICAE.
Ambos también combinaron sus actividades docentes con la política : Ignacio Castro Mantecón llegó a ocupar cargos de primer nivel en la administración pública estatal , primero como Procurador General de Justicia y luego como Magistrado del Tribunal Superior de Justicia; y Federico Ortiz Armengol destacó en el medio político , primero como Presidente del Comité Regional del PRI en el estado de Oaxaca y luego como diputado local.
Como último director del ICAEO, Castro Mantecón dedicó buena parte de sus energías políticas encabezando un movimiento dentro y fuera del Instituto para que éste se erigiera en Universidad sin ocultar su interés para dirigirla.Con este propósito llegó a entrevistarse con el gobernador Manuel Cabrera Carrasquedo para presentarle su iniciativa. Sin embargo ya el catedrático de la escuela de Medicina, Federico Ortiz Armengol, se había adelantado en el mismo sentido pues, de acuerdo a su testimonio escrito sobre tal suceso _1/, ya desde el inicio del gobierno de Manuel Mayoral Heredia (1952) en su condición de diputado local había presentado una ley, seleccionada entre una serie de legislaciones que regían a las universidades públicas de México, para que sirviera de referencia para la elaboración de un proyecto que permitiera transformar al Instituto en Universidad.
Con este antecedente, que se lo hizo saber al candidato del PRI a la Presidencia de la República, Adolfo Ruiz Cortines, durante una gira realizada en Oaxaca en 1954 ,Ortiz Armengol obtuvo el compromiso del candidato presidencial para transformar al Instituto en Universidad para 1955, año en que ya Ruiz Cortines estaría despachando en Palacio Nacional.
En 1954 Ortiz Armengol ocupaba el cargo de Presidente estatal del PRI y como tal tuvo la responsabilidad de coordinar la campaña electoral de Ruiz Cortines en Oaxaca. Esa fue la circunstancia que le permitió acercarse y dialogar ampliamente con el candidato y con el propio gobernador Cabrera Carrasquedo quien, en diciembre de 1954, días después de que Ruiz Cortines había sido ungido como Presidente de la República, citó a Ortiz Armengol en Palacio de Gobierno para darle a conocer su designación :
- “Nada diga usted de lo que voy a confiarle, pero usted será el primer rector de la futura Universidad de Oaxaca.”_2/
Y así ocurrió: el 7 de enero de 1955 fue citado nuevamente al Palacio de Gobierno para recibir las primeras instrucciones oficiales del gobernador Cabrera Carrasquedo sobre su toma de posesión , suceso que se verificó el día 27 del mismo mes.
Reelecto en 1956, Ortiz Armengol concluyó su trienio rectoral en 1959 . De ésta fecha hasta 1971 se hicieron cargo de la rectoría universitaria los abogados Fernando Gómez Sandoval, Alberto Canseco Ruiz ,Agustín Márquez Uribe y el doctor Mario Pérez Ramírez, bajo el procedimiento formal establecido en la primera Ley Orgánica que en su artículo 11 establecía que el rector “será designado por la Asamblea a mayoría absoluta de votos, a propuesta en terna del Ejecutivo del Estado” ._3/
Pero la formalidad y el protocolo gubernamental para proponer la terna e inducir al mismo tiempo el nombre de quien debía resultar electo como rector no siempre tuvo el desenlace esperado por el gobernador en turno. Ese fue el caso de la sucesión de 1962 cuando el gobernador Rodolfo Brena Torres tuvo que “sacrificar” a su delfín, Rodolfo Sandoval, ante la inesperada petición de un numeroso grupo de estudiantes y catedráticos de la escuela de Comercio y Administración, que acudieron hasta el Palacio de Gobierno para solicitarle su voto de calidad a favor de su director, Alberto Canseco Ruiz, quien se hizo cargo de la rectoría de diciembre de 1962 a diciembre de 1965._4/
Con este antecedente, en la siguiente sucesión el gobernador Brena Torres propuso la terna de candidatos pero dejó en libertad a la Asamblea Universitaria para que eligieran a su rector. Bajo esta modalidad resultaría electo el director de la escuela de Comercio y Administración,Agustín Márquez Uribe, y tres años después, en diciembre de 1968, el Dr. Mario Pérez Ramírez, quien ya había figurado en la terna de la sucesión anterior.
Una vez que la Universidad conquistó su autonomía el 24 de agosto de 1971, la facultad delegada en el gobernador para proponer la terna de candidatos a rector se transfirió al Consejo Universitario, para que éste a su vez lo turnara a la Asamblea Universitaria , de tal forma que el Licenciado en Administración de Empresas, Rubén Vasconcelos Beltrán , llegó a la rectoría el 14 de diciembre de 1971 al amparo de éste nueva legislación y con el respaldo de la Federación Estudiantil Oaxaqueña y el Bufete Popular Universitario, un organismo de asesoría jurídica y política creada meses antes por un grupo de pasantes de la escuela de Derecho y que participaría conjuntamente con la FEO en las luchas estudiantiles y los movimientos sociales desarrollados en esta década en Oaxaca.
Todo apunta que fue su destacado papel como interlocutor ante el gobierno del estado durante la crisis política que viviera la Universidad entre 1970 y1971, así como su liderazgo académico y compromiso con las luchas estudiantiles, los factores que perfilaron a Vasconcelos Beltrán,director de la escuela de Comercio y Administración, como el candidato natural a la rectoría._5/
Cuatro años mas tarde, cuando ya la FEO se había consolidado como una fuerza política dentro y fuera de la UABJO, el LAE Guillermo García Manzano llegó a la rectoría nuevamente con el apoyo de ésta organización universitaria ,el Bufete Popular Universitario y el propio Vasconcelos Beltrán.
Un mes después el autoritarismo del nuevo rector y su inesperada ruptura con la FEO y el BPU alentó el nacimiento de un fuerte movimiento estudiantil por su desconocimiento , hecho que tuvo lugar el 28 de enero de 1976.
Desde ésta fecha hasta el mes de junio de 1978 la UABJO fue sometida a todo tipo de ensayos y experimentos políticos y electorales que no solamente la inmovilizaron académicamente sino que la empujaron a una creciente espiral de ingobernabilidad expresada en rectorados efímeros que, además, permanecieron siempre cuestionados en su legalidad y legitimidad por las partes en pugna y por los gobiernos estatal y federal.
A la caída de García Manzano continuaron –en poco mas de dos años- los rectorados de Celestino Gómez Soto, Manuel de Jesus Ortega Gómez, Marco Antonio Niño de Rivera y Felipe Martínez Soriano, para concluir con una Comisión Coordinadora que se encargaría de restituir la gobernabilidad institucional ante la mirada complaciente del Estado que solamente bajo estas nuevas condiciones pudo modificar la Ley Orgánica y sentar en la silla rectoral de la UABJO al abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho, Ildefonso Zorrilla Cuevas.
De acuerdo al contenido del decreto emitido el 20 de febrero de 1978 por la quinquagésima legislatura local, en lo sucesivo el rector de la UABJO sería designado por un Colegio Académico integrado por 13 miembros a propuesta de terna del Consejo Universitario.
Esta modificación allanó el camino a la candidatura de Zorrilla Cuevas, impulsada desde la Secretaría de Gobernación por su titular Jesus Reyes Heroles .
Hombre de letras,abogado postulante dedicado al litigio bancario, catedrático de la UNAM y del IPN,militante del PRI y con buenas relaciones personales con el poderoso Secretario de Gobernación del Presidente José López Portillo: con estas cartas de presentación la tarea de Ildefonso Zorrilla Cuevas para llegar a la rectoría de la UABJO consistió básicamente en consensar su candidatura con los líderes de los sindicatos y grupos con mayor representatividad entre la comunidad universitaria oaxaqueña. Y con esos apoyos pudo ganar la elección y legitimar un rectorado que en sus propias palabras constituyó una imposición de Estado. _6/
Su período, que debió concluir en 1982, se prolongaría un año mas ante los conflictos suscitados por el asesor y líder del STAUO, Marco Antonio Niño de Rivera,quien a toda costa buscó imponer a su esposa, Graciela Rojas, Directora General de Enseñanza Media Superior, como candidata a la rectoría. Su desestimiento vendría poco después de que la ANUIES auditara académicamente a la UABJO y luego de la intervención de la Secretaría de Gobernación.
Pacificada nuevamente la institución, en 1983 el Colegio Académico –integrado por 13 académicos - designó como rector al prestigiado médico cirujano César Mayoral Figueroa quien en su intento por recomponer la deteriorada vida académica de la UABJO y gobernar sin tomar en cuenta al Consejo Universitario y con reglas políticas totalmente opuestas a la de su antecesor, chocó con el STAUO y el STEUABJO, dos de los cuatro sindicatos existentes en la Universidad . Sometido a duras presiones, el 14 de mayo de 1986 debió finalmente renunciar a la rectoría. Un año antes, ya uno de sus principales adversarios, Marco Antonio Niño de Rivera, había sido “invitado” por el gobierno federal para dejar la UABJO y la ciudad de Oaxaca.
Cubierto el interinato hasta los primeros días de marzo de 1988 por el abogado Abraham Martínez Alavez , se abrió otra vez la puerta para modificar la Ley Orgánica mediante decreto aprobado por la legislatura local el 20 de febrero del mismo año.
De acuerdo a la nueva modificación ,que hasta hoy en día sigue vigente, “los integrantes de la comunidad universitaria ejercerán el voto uninominal, libre, directo y secreto” ._7/
Mediante este procedimiento se eligieron sucesivamente al abogado Miguel Angel Concha Viloria, al doctor Homero Pérez Cruz, a la doctora Leticia Mendoza Toro y al sociólogo y Maestro en Educación, Hermenegildo Velásquez Ayala . Todos promovidos por el Sindicato de Trabajadores Académicos (STAUO) dirigido ahora por Nahum Carreño Vásquez –asesinado el 25 de septiembre de 1995- y luego por su viuda Leticia Mendoza Toro.
A través de alianzas tejidas con otras fuerzas sindicales, políticas y estudiantiles, y casi siempre con el beneplácito del gobierno del estado, el STAUO decidió por 12 años el destino de la UABJO con candidatos surgidos de sus filas y con rectores que , con la excepción de Leticia Mendoza Toro, siempre intentaron en menor o mayor medida trazar una línea divisoria con esta organización sindical y establecer alianzas de todo tipo con los gobernadores en turno y con las autoridades educativas del gobierno federal.
Estos pactos sirvieron no solamente para acotar el poder casi hegemónico dentro de la Universidad de los dirigentes del STAUO, sino también para generar contrapesos políticos y , a veces, para modificar el sentido de las decisiones de ésta organización sindical en los relevos rectorales.
Por ejemplo, en 1992 el Secretario General del STAUO, Nahum Carreño Vásquez, tuvo que ceder en su aspiración para postularse como candidato a la rectoría y “recomendar” a un desconocido catedrático de la facultad de Medicina para que de última hora lo sustituyera en la candidatura. Y ésta decisión tuvo que tomarla porque tanto la Secretaría de Gobernación como el gobierno del estado juzgaron peligroso que un líder sindical que había acumulado un gran poder político en la Universidad –superior al de su antecesor Niño de Rivera- utilizara la rectoría como un instrumento para tomar el control absoluto de la máxima Casa de Estudios de Oaxaca.
Bajo esa coyuntura fue que el STAUO postuló e hizo triunfar al médico Homero Pérez Cruz, hasta entonces Secretario de Organización de éste sindicato y Coordinador Administrativo de la Facultad de Medicina. Poco después éste último designó a Carreño Vásquez como Asesor General de la rectoría.
En la siguiente sucesión rectoral ( mayo de 1996) Pérez Cruz rompió con el STAUO y se alió a un corriente de universitarios denominada Convergencia Universitaria que impulsó la candidatura del doctor Maurilio Mayoral García, director de la Facultad de Medicina y estrechamente vinculado al gobernador Diódoro Carrasco Altamirano.
Esta cercanía, así como la presencia en su equipo de campaña de académicos universitarios insertados en el aparato gubernamental abonó el terreno para los señalamientos que públicamente se hicieran por parte de sus opositores en el sentido de que su candidatura era producto de un arreglo político entre el gobierno del estado y el rector Homero Pérez Cruz.
Estas versiones cobraron mayor fuerza una vez que trascendiera de los intentos que tanto el gobernador DCA y su asesor, David Palacios, habían hecho para consensar una candidatura de unidad entre el rector Homero Pérez Cruz y la dirigencia del STAUO a cambio de la exclusión de Leticia Mendoza Toro como candidata de ésta organización sindical._8/
Meses antes de la elección, en septiembre de 1995, Nahum Carreño Vásquez,guía moral de la trilogía sindical STAUO_SECUABJO –SITUABJO y esposo de Mendoza Toro, había sido asesinado en la explanada del edificio de rectoría . Este lamentable suceso confrontaría muy pronto al STAUO con el gobierno del estado sobre quien se harían señalamientos de negligencia ,e inclusive de supuesto encubrimiento, en relación a la autoría intelectual del crimen._9/ Y con este antecedente, y el reclamo permanente del esclarecimiento de la muerte de su esposo, Leticia Mendoza Toro participó y se impuso sobre Mayoral García a contracorriente de la línea gubernamental
Pero cuatro años después, en mayo del 2000, los papeles se invirtieron: ahora el proceso para decidir la candidatura oficial fue trabajada coordinadamente por la rectora y el gobierno del estado. La disidencia que meses antes se había registrado en el gabinete de Mendoza Toro y que alentó la formación de una amplia coalición de corrientes y grupos universitarios denominada Alianza Universitaria terminaría por ser sofocada ante una aparente candidatura consensada con el STAUO . En realidad la presión ejercida por el gobernador José Murat sobre los aliancistas pudo mas y terminó por facilitar la imposición del sociólogo Hermenegildo Velásquez Ayala, funcionario de segundo nivel en la administración de Mendoza Toro, de bajo perfil académico y político y ajeno totalmente a todo el rompecabezas que las fuerzas universitarias habían tejido en derredor de la designación de un candidato alterno al proyecto continuista de Mendoza Toro. Con el tiempo, el rector Velásquez Ayala rompería con las fuerzas que habían legitimado su elección para ponerse bajo las ordenes del gobernador José Murat, quien se convirtió en árbitro de las disputas y choques librados en este cuatrienio entre el rector y la exrectora, investida desde el año de su separación del cargo como Secretaria General del STAUO.
Fue bajo este escenario que se desarrolló la sucesión y elección de rector en la UABJO en mayo del 2004. Contrariamente a otras sucesiones, en ésta ocasión el rector en turno no tuvo ni el poder ni la capacidad para alentar una candidatura oficial de tal suerte que éste papel le tocó jugarlo directamente al gobernador José Murat .
Surgió así entre las filas del STAUO la candidatura menos esperada, pero la que mejor respondía al proyecto político transexenal del muratismo: Leticia Mendoza Toro intentaría la reelección confiada en el apoyo gubernamental pero sin percatarse que su vieja maquinaria sindical-electoral estaba ya desgastada y resquebrajada por conflictos internos, por un liderazgo alejado de sus bases y supeditada totalmente al gobierno del estado y sobre todo por el surgimiento en mayo del 2002 del Sindicato Universitario de Maestros y Académicos (SUMA).
A través de este naciente sindicato, nutrido con algunos sectores disidentes del STAUO, se perfilaron en la campaña tres candidaturas: la del director con licencia de la facultad de Contaduría y Administración, Francisco Martínez Neri, la del director con licencia del Instituto de Investigaciones Sociológicas, Fausto Díaz Montes y la del exdirector de la facultad de Arquitectura de Ciudad Universitaria, Pablo Martínez, quien terminaría por declinar a favor de Martínez Neri.
¿Porqué este sindicato dividió sus preferencias y los dos candidatos nunca pudieron establecer puntos de acuerdos mínimos para definir una plataforma común y perfilar una candidatura de unidad?
Influyeron sin duda, diversos factores de índole político y personal como el hecho de en el SUMA cohabitaran corrientes y grupos con lideres que en el pasado habían sostenido serias diferencias políticas e ideológicas . Y tanto Martínez Neri como Díaz Montes estaban involucrados en estas viejas disputas. Pero también pesaron los desacuerdos para definir el procedimiento para la elección de un candidato de unidad y las cuotas de poder que deberían asignarse en la administración central universitaria para los equipos de ambos candidatos en caso de que cualquiera de los dos ganara la elección.
Las diferencias se volvieron tan irreconciliables al punto de que aun cuando ya en la campaña rectoral Francisco Martínez Neri empezó a aventajar claramente a Fausto Díaz y a Leticia Mendoza Toro (confirmado inclusive con una encuesta realizada por la Universidad José Vasconcelos y que nunca se divulgó), Díaz Montes condicionó su declinación a la firma de un documento-compromiso que Martínez Neri y su círculo rojo ignoraron confiados en su fuerza electoral.
Una vez confirmado el triunfo de Francisco Martínez Neri y la derrota de Leticia Mendoza Toro de nueva cuenta se abrieron las puertas para una vergonzosa e impune ingerencia gubernamental en asuntos internos de la UABJO : el día de la elección se buscó por vía de un Colegio Electoral controlado por consejeros universitarios afines al STAUO y a su candidata Mendoza Toro invalidar los resultados de la elección . Paralelamente , se retiró la vigilancia policíaca montada en derredor de las instalaciones universitarias en donde sesionaba el Colegio Electoral y se resguardaban las urnas, para facilitar la intervención de un grupo armado de porros que intentó robarse la documentación electoral, situación que también se intentó replicar en la facultad de Medicina en pleno proceso del cómputo de votos._10_/
Al fracasar en estos dos operativos, el gobernador José Murat convocó en la Casa Oficial a Francisco Martínez Neri ,asi como a Fausto Díaz , Leticia Mendoza Toro y al rector Hermenegildo Velásquez Ayala , para forzar al primero a una”negociación” política a cambio de que el Consejo Universitario le tomara la protesta como rector. Fue así como el gobierno del estado,con el aval de los convocados, terminó por imponerle al nuevo rector un gabinete integrado mayoritariamente por cuadros cercanos al STAUO y a la candidata derrotada Leticia Mendoza Toro.

CONCLUSIONES
Los procesos de sucesión y elección de rector en la UABJO han sido determinantes para definir el rumbo académico y político de ésta Casa de Estudios.El rápido repaso que en este texto se ha hecho de algunos casos demuestra que independientemente del contenido y orientación de sus legislaciones, lo que ha prevalecido a partir de la segunda mitad de la década de los setentas, es, por un lado, la ausencia de reglas claras y transparentes para la elección, y por el otro, la recurrente mediación gubernamental por acuerdo de los actores políticos de cada proceso o su abierta ingerencia, por disposición legal o de facto, para favorecer determinadas candidaturas y proyectos políticos.
Desde su crisis de la década de los setentas, la Universidad ha cargado con el lastre de no contar con disposiciones estatutarias específicas que normen y regulen los procesos de elección de rector y de todas sus autoridades en general. En consecuencia, lo que se ha observado es la discrecionalidad en la aplicación de sus leyes y la pugna de sindicatos y grupos políticos para influir en la designación y elección de rectores. En este sentido la estabilidad institucional ha dependido en buena medida de la capacidad de estas fuerzas , y de los mismos agentes gubernamentales involucrados, para evitar que los procesos electorales se problematicen y abran paso a la ingobernabilidad.
Con una endeble autonomía, que en cada relevo rectoral se pone a prueba, lo que en adelante hará falta será una profunda revisión y adecuación de la Ley Orgánica para valorar sus alcances y limitaciones en materia electoral y un replanteamiento de las relaciones de la Universidad con el Estado en términos de respeto mutuo, cooperación y apoyo institucional .

Notas
1) Ortiz Armengol, Federico, “Fundación de la Universidad “Benito Juárez” de Oaxaca”, apuntes inéditos, Oaxaca, s/f.
2) ibídem
3) De acuerdo al contenido del artículo primero transitorio “por ésta sola vez el Ejecutivo del Estado designará al primer Rector que deberá funcionar hasta el 15 de diciembre de 1956”. Decreto No.131, Alcance No. 4 del Periódico Oficial, Gobierno del Estado de Oaxaca, Oaxaca, enero 22 de 1955 .
4) Entrevista con Agustín Marquez Uribe, Oaxaca, noviembre 16 de 2005.
5) Entrevista con Raúl Castellanos Hernández, Oaxaca, noviembre 17 de 2005.
6) Entrevista con Ildefonso Zorrilla Cuevas, Oaxaca, octubre 11de 2005.
7) Ley Orgánica de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, publicado en
el alcance No. 11 del Periódico Oficial , Gobierno del Estado de Oaxaca, Oaxaca, marzo 7 de 1988 (la disposición citada aparece en el artículo 20).
8)Entrevista con exdirigentes del STAUO, Octubre 16 de 2005.
9) Desplegado de directores de escuelas , facultades e institutos de la UABJO, Noticias, febrero 14 de 1996.
10) Veáse Noticias e Imparcial , Oaxaca, 16 y 17 de mayo de 2004.

Publicado en:
Testimonios del Cincuentenario (Ruiz Cervantes Francisco, Isidoro Yescas, Verónica Loera y Porfirio Santibáñez, coords.,), Fundación Alfredo Harp-UABJO Oaxaca, 2006.

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