UNA “REFORMA” ELECTORAL A LA MEDIDA DEL PRI.

Isidoro Yescas
Con el pragmatismo gatopardiano que ha caracterizado al régimen ulicista , la LX Legislatura aprobó el pasado 14 de agosto un serie de adecuaciones y modificaciones constitucionales en materia electoral para, por un lado, conciliar en lo general la legislación oaxaqueña con la federal , y por el otro, fortalecer políticamente al PRI y al gobierno de URO de cara a la sucesión gubernamental del 2010.
Contra lo que podría suponerse, bajo ninguna circunstancia las “reformas” abren la puerta para una democratización de los procesos electorales ni mucho menos sientan las bases para que el PRD, el PC o el PAN puedan ser mayoría en la LXI Legislatura o ganar la gubernatura en el 2010.
Por ejemplo, la concurrencia, en una sola fecha, de las elecciones de autoridades municipales, diputados y gobernador, ciertamente pudieran generar condiciones favorables para una mayor participación ciudadana pero no necesariamente este electorado votará masivamente a favor de el o los candidatos opositores .
El problema de fondo para los partidos distintos al PRI , sobre todo el PRD y el PC, es que ya éstos en poco se diferencian del PRI en sus mecanismos internos para seleccionar candidatos, y para el caso específico del PRD , desde el sexenio de José Murat sus dirigencias formales y sus líderes mas connotados han sido cooptados por el gobierno del estado lo que le ha restado votos y credibilidad entre esa amplia franja de ciudadanos inconformes con el sistema político y el gobierno.
La reglamentación de las precampañas, los candados para que se restringa la publicidad gubernamental en períodos no electorales, la reducción de los tiempos de campaña, el mayor control fiscal que ahora habrá de las prerrogativas partidistas, etc. tendrán muy escaso impacto en la ingeniería y operación electoral , pues para hacer efectivas muchas de estas disposiciones debió también aprobarse la renovación y ciudadanización del órgano electoral .
Inamovible el IEE, sus consejeros y todo el aparato ejecutivo, es un hecho que para el 2010 el PRI no tendrá ninguna preocupación para que toda la nueva legislación electoral se interprete y aplique a modo .
Ni siquiera las elecciones de autoridades municipales por usos y costumbres representarán un riesgo para el PRI porque sobre el particular no se movió ni una coma y , por tanto ,el libro IV del CIPPEO quedará tal cual.
Si para la dirigencia formal del PRD y para la mayoría de sus diputados la inclusión de las figuras del plebiscito y referéndum representaron un gran avance democrático para Oaxaca, será mejor que no anticipen vísperas porque sin temor a equivocarnos a la hora de redactar las leyes secundarias habrá tantos candados como barricadas para hacer imposible la aplicación de estas disposiciones .
Por principio, y tal como desde la LIX Legislatura ya se había perfilado, dichas figuras no aplicarán para actos o iniciativas del poder ejecutivo ,y para los otros poderes y los municipios partidistas será tan restringido y acotado como lo es la Ley de Transparencia y todas las demás leyes en donde se ponga en duda el dominio y control unipartidista y el proyecto transexenal del ulicismo.

Noticias,agosto 21 del 2008.

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