DE GOMEZ MONT A GABINO CUÉ.
Isidoro Yescas (IISUABJO)
1. Para pulsar la dimensión de lo que ha significado para el PRI y el gobierno de Ulises Ruiz la formación y, finalmente, el registro de la coalición electoral entre el PAN, PRD, PT y PC es muy recomendable leer lo que el analista político Raymundo Riva Palacio escribió el jueves 11 en su periódico digital Eje Central. En síntesis, el periodista precisa que en la renuncia de Fernando Gómez Mont al PAN fue determinante la formación de la coalición electoral en Oaxaca.
Y es que, de acuerdo a Riva Palacio, fue el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont quien, a nombre del gobierno federal, se comprometió a fines del 2009, en el contexto de las negociaciones del paquete fiscal, que no habría alianzas en ninguna de las entidades en donde este año habrá elecciones para gobernador . Se entiende que entre el PAN y otros partidos políticos opositores al PRI.
Riva Palacio comenta que “hace tres lunes” (¿18 de febrero?) el gobernador de Oaxaca sostuvo una entrevista con el Secretario de Gobernación para pedirle una explicación sobre la formación de la alianza en Oaxaca . Y fue entonces cuando el funcionario federal le reiteró que él estaba en contra de las alianzas, que cumpliría su palabra empeñada y que si se concretaban renunciaría al cargo.
Luego, escribe: “Gómez Mont había arreciado críticas públicas a las alianzas, aunque en realidad era solamente una la que había provocado su repudio: Oaxaca.” (eje central.com.mx).
Y la pregunta obligada: ¿Por qué Oaxaca? ¿Hubo otro tipo de acuerdos en lo oscurito -además de impedir que el PAN se integrara a la coalición electoral- entre el Secretario de Gobernación y el gobernador Ulises Ruiz? ¿Por qué ahora uno de los estados que menos aportan al PIB nacional, y que mas rezagos observa en prácticamente todos los indicadores políticos y económicos, se ha convertido en la joya de la corona? ¿Por el número de votos que podría aportar para el 2012 al candidato presidencial del PRI, o porque en los cálculos de la urocracia ya se había anticipado que con una coalición electoral, y con el PAN adentro, la gubernatura se les puede ir de las manos?
Como sea, el asunto es que Oaxaca volvió a colocarse en el centro de atención de los analistas políticos, pero también generó diversas reacciones de la clase política, desde la del senador Manlio Fabio Beltrones que se apresuró a desmentir cualquier pacto que se hubiese establecido con el gobierno de Felipe Calderón para impedir las alianzas, hasta el posicionamiento del PRD que dio crédito a esta versión. Lo mismo hizo el gobernador de estado de México, Enrique Peña Nieto quien en declaraciones al periódico Reforma (12-II-2009) reconoció que el interlocutor del gobierno federal para el frustrado arreglo fue Gómez Mont.
2. Y mientras la noche del miércoles 10 de febrero finalmente se consumaba en Oaxaca el registro ante el órgano electoral de la publicitada coalición electoral que tanta urticaria le provocó al Secretario de Gobernación, empezó a correr la versión, ese mismo día, acerca del inminente relevo en la presidencia del CDE del PRI de Jorge Franco Vargas y de nuevos ajustes en el gabinete de URO. Y todo como parte de los preparativos para el probable destape del exitoso Pérez que podría ocurrir la próxima semana.
Cierto o falso el trascendido solo reveló que, contra todo lo esperado por los otros 5 aspirantes oficiales, e inclusive por la propia dirigencia nacional del PRI, el gobernador Ruiz Ortiz estaría tomando ya la decisión de jugársela contra viento y marea con un candidato debilitado por la propia división que ha generado su imposición como favorito y, en consecuencia, asumir el riesgo de que la coalición electoral opositora capitalice las inconformidades y desprendimientos que inevitablemente se presentarán en las filas del priísmo de la entidad una vez que se haga oficial la postulación de Eviel Pérez Magaña.
Sin embargo habrá que advertir que las renuncias y disensiones no necesariamente serán protagonizadas por quienes hasta ahora han insistido que si no hay equidad y transparencia en la selección del candidato a gobernador dejarán al PRI. Además, estas inconformidades no necesariamente se expresarán a través de renuncias masivas porque quedará siempre el recurso de que llegada la hora de las urnas el voto se canalice hacia otras opciones.
3. Los obstáculos para la formación de la coalición electoral denominada “Unidos por la Paz y el Progreso” han sido múltiples, desde el incesante torpedeo al que estuvo sujeto por el CEN del PRI, el gobierno del estado de Oaxaca y algunos lideres del mismo PAN y del PRD, hasta los que se originaron por la descoordinación y errores de negociación atribuibles lo mismo a las dirigencias nacionales del PRD y el PAN que a las dirigencias estatales de estos partidos.
Superado el punto relativo a la definición de una plataforma electoral y programa de gobierno común el siguiente factor de desencuentro tuvo que ver con los términos del registro de la coalición.
Si finalmente se tuvo que suspender el “destape” de Gabino Cué, programada para verificarse el mismo día del registro de convenio de coalición entre el PAN, PRD, PT y PC, fue porque habían fracasado las presiones del PAN para incluir en el citado convenio la distribución de los 25 distritos electorales entre los partidos coaligados y, todavía, los 152 municipios en donde se elegirán concejales por el sistema de partidos políticos.
Fueron particularmente difíciles las 48 horas previas al registro de la coalición opositora pues ante las resistencias y airadas expresiones de inconformidad de todas las corrientes del perredismo oaxaqueño hubo necesidad de meter reversa a lo que ya se anticipaba como un mal arreglo. Para variar, al hacerse extensivas las inconformidades perredistas entre algunos segmentos del PAN por el “destape” de Gabino Cué por parte de su dirigencia nacional, no quedó de otra mas que posponer lo que para el PC y el PT ya era un hecho consumado.
4. A final de cuentas no habrá mayor sorpresa con el candidato del bloque opositor. Será Gabino Cué Monteaguado porque es el mejor posicionado en las preferencias electorales de los oaxaqueños y porque cuenta con el respaldo de las dirigencias nacionales de los cuatro partidos coaligados. Por separado, tiene el visto bueno de Andrés Manuel López Obrador y del presidente Felipe Calderón y no es mal visto por algunos exgobernadores del PRI.
Sin embargo forma es fondo y para que las expresiones estatales del PAN y PRD y los otros aspirantes al cargo lo acepten, es necesario definir un procedimiento que legitime la candidatura y deje satisfecho a la mayoría de los actores políticos. Se deberá, entonces, definir y aprobar un mecanismo de elección o designación que fue el factor que en esta ocasión impidió adelantar una candidatura largamente anunciada, sin duda ganadora no solo internamente sino también frente a la coalición PRI-PVEM.
De esta manera, con una coalición electoral que nace con buenos augurios; que está obligada a cederle algunas candidaturas a cargos de elección popular a las expresiones mas representativas de la sociedad civil; un programa de gobierno democrático como el que ya se tiene, y un candidato a gobernador bien posicionado, lo que sigue será preparase para enfrentar una elección de Estado y una campaña electoral ríspida y altamente competitiva.
Publicado en Noticias,Febrero 14 del 2010.
isidoroyescas@yahoo.com.mx
http://sociedadypolitica1.blogspot.com/
1. Para pulsar la dimensión de lo que ha significado para el PRI y el gobierno de Ulises Ruiz la formación y, finalmente, el registro de la coalición electoral entre el PAN, PRD, PT y PC es muy recomendable leer lo que el analista político Raymundo Riva Palacio escribió el jueves 11 en su periódico digital Eje Central. En síntesis, el periodista precisa que en la renuncia de Fernando Gómez Mont al PAN fue determinante la formación de la coalición electoral en Oaxaca.
Y es que, de acuerdo a Riva Palacio, fue el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont quien, a nombre del gobierno federal, se comprometió a fines del 2009, en el contexto de las negociaciones del paquete fiscal, que no habría alianzas en ninguna de las entidades en donde este año habrá elecciones para gobernador . Se entiende que entre el PAN y otros partidos políticos opositores al PRI.
Riva Palacio comenta que “hace tres lunes” (¿18 de febrero?) el gobernador de Oaxaca sostuvo una entrevista con el Secretario de Gobernación para pedirle una explicación sobre la formación de la alianza en Oaxaca . Y fue entonces cuando el funcionario federal le reiteró que él estaba en contra de las alianzas, que cumpliría su palabra empeñada y que si se concretaban renunciaría al cargo.
Luego, escribe: “Gómez Mont había arreciado críticas públicas a las alianzas, aunque en realidad era solamente una la que había provocado su repudio: Oaxaca.” (eje central.com.mx).
Y la pregunta obligada: ¿Por qué Oaxaca? ¿Hubo otro tipo de acuerdos en lo oscurito -además de impedir que el PAN se integrara a la coalición electoral- entre el Secretario de Gobernación y el gobernador Ulises Ruiz? ¿Por qué ahora uno de los estados que menos aportan al PIB nacional, y que mas rezagos observa en prácticamente todos los indicadores políticos y económicos, se ha convertido en la joya de la corona? ¿Por el número de votos que podría aportar para el 2012 al candidato presidencial del PRI, o porque en los cálculos de la urocracia ya se había anticipado que con una coalición electoral, y con el PAN adentro, la gubernatura se les puede ir de las manos?
Como sea, el asunto es que Oaxaca volvió a colocarse en el centro de atención de los analistas políticos, pero también generó diversas reacciones de la clase política, desde la del senador Manlio Fabio Beltrones que se apresuró a desmentir cualquier pacto que se hubiese establecido con el gobierno de Felipe Calderón para impedir las alianzas, hasta el posicionamiento del PRD que dio crédito a esta versión. Lo mismo hizo el gobernador de estado de México, Enrique Peña Nieto quien en declaraciones al periódico Reforma (12-II-2009) reconoció que el interlocutor del gobierno federal para el frustrado arreglo fue Gómez Mont.
2. Y mientras la noche del miércoles 10 de febrero finalmente se consumaba en Oaxaca el registro ante el órgano electoral de la publicitada coalición electoral que tanta urticaria le provocó al Secretario de Gobernación, empezó a correr la versión, ese mismo día, acerca del inminente relevo en la presidencia del CDE del PRI de Jorge Franco Vargas y de nuevos ajustes en el gabinete de URO. Y todo como parte de los preparativos para el probable destape del exitoso Pérez que podría ocurrir la próxima semana.
Cierto o falso el trascendido solo reveló que, contra todo lo esperado por los otros 5 aspirantes oficiales, e inclusive por la propia dirigencia nacional del PRI, el gobernador Ruiz Ortiz estaría tomando ya la decisión de jugársela contra viento y marea con un candidato debilitado por la propia división que ha generado su imposición como favorito y, en consecuencia, asumir el riesgo de que la coalición electoral opositora capitalice las inconformidades y desprendimientos que inevitablemente se presentarán en las filas del priísmo de la entidad una vez que se haga oficial la postulación de Eviel Pérez Magaña.
Sin embargo habrá que advertir que las renuncias y disensiones no necesariamente serán protagonizadas por quienes hasta ahora han insistido que si no hay equidad y transparencia en la selección del candidato a gobernador dejarán al PRI. Además, estas inconformidades no necesariamente se expresarán a través de renuncias masivas porque quedará siempre el recurso de que llegada la hora de las urnas el voto se canalice hacia otras opciones.
3. Los obstáculos para la formación de la coalición electoral denominada “Unidos por la Paz y el Progreso” han sido múltiples, desde el incesante torpedeo al que estuvo sujeto por el CEN del PRI, el gobierno del estado de Oaxaca y algunos lideres del mismo PAN y del PRD, hasta los que se originaron por la descoordinación y errores de negociación atribuibles lo mismo a las dirigencias nacionales del PRD y el PAN que a las dirigencias estatales de estos partidos.
Superado el punto relativo a la definición de una plataforma electoral y programa de gobierno común el siguiente factor de desencuentro tuvo que ver con los términos del registro de la coalición.
Si finalmente se tuvo que suspender el “destape” de Gabino Cué, programada para verificarse el mismo día del registro de convenio de coalición entre el PAN, PRD, PT y PC, fue porque habían fracasado las presiones del PAN para incluir en el citado convenio la distribución de los 25 distritos electorales entre los partidos coaligados y, todavía, los 152 municipios en donde se elegirán concejales por el sistema de partidos políticos.
Fueron particularmente difíciles las 48 horas previas al registro de la coalición opositora pues ante las resistencias y airadas expresiones de inconformidad de todas las corrientes del perredismo oaxaqueño hubo necesidad de meter reversa a lo que ya se anticipaba como un mal arreglo. Para variar, al hacerse extensivas las inconformidades perredistas entre algunos segmentos del PAN por el “destape” de Gabino Cué por parte de su dirigencia nacional, no quedó de otra mas que posponer lo que para el PC y el PT ya era un hecho consumado.
4. A final de cuentas no habrá mayor sorpresa con el candidato del bloque opositor. Será Gabino Cué Monteaguado porque es el mejor posicionado en las preferencias electorales de los oaxaqueños y porque cuenta con el respaldo de las dirigencias nacionales de los cuatro partidos coaligados. Por separado, tiene el visto bueno de Andrés Manuel López Obrador y del presidente Felipe Calderón y no es mal visto por algunos exgobernadores del PRI.
Sin embargo forma es fondo y para que las expresiones estatales del PAN y PRD y los otros aspirantes al cargo lo acepten, es necesario definir un procedimiento que legitime la candidatura y deje satisfecho a la mayoría de los actores políticos. Se deberá, entonces, definir y aprobar un mecanismo de elección o designación que fue el factor que en esta ocasión impidió adelantar una candidatura largamente anunciada, sin duda ganadora no solo internamente sino también frente a la coalición PRI-PVEM.
De esta manera, con una coalición electoral que nace con buenos augurios; que está obligada a cederle algunas candidaturas a cargos de elección popular a las expresiones mas representativas de la sociedad civil; un programa de gobierno democrático como el que ya se tiene, y un candidato a gobernador bien posicionado, lo que sigue será preparase para enfrentar una elección de Estado y una campaña electoral ríspida y altamente competitiva.
Publicado en Noticias,Febrero 14 del 2010.
isidoroyescas@yahoo.com.mx
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