LA LEY Y LA COSTUMBRE ELECTORAL

Isidoro Yescas (IISUABJO)

En una brillante reflexión sobre la república y la democracia, y las costumbres y la ley, escrita en la edición de febrero de la revista Nexos, Héctor Aguilar Camín señala: “La costumbre de la legalidad negociada, de la visión de la ley como un terreno de acuerdos, excepciones, influencias y discrecionalidades, es uno de los nudos de la cultura política del país y se mantiene vivo en ella al empezar el siglo XXI.”
Y tiene toda la razón: México mas que un país de leyes ha sido y es un país de costumbres.
Lo vemos hoy en Oaxaca, convertida ya en el principal laboratorio electoral a nivel nacional y en el eje de una ríspida disputa de poder entre el gobierno del estado y el gobierno federal.
Tratándose de elecciones concurrentes regidas por nuevas reglas y con una opinión pública local y nacional atenta al desarrollo del proceso, lo que se esperaría de todos los actores políticos y del árbitro de la contienda es un respeto escrupuloso de la legislación electoral .
Pero no es así. Se insiste en hace prevalecer las discrecionalidades y las influencias, como dice Aguilar Camín, sobre el acatamiento y la interpretación correcta de las reglas de la contienda porque en el fondo ni el PRI-gobierno ni la oposición quieren jugar con equidad e igualdad de condiciones frente a sus adversarios de dentro y de fuera.
En el PRI el Gran Elector simuló un juego democrático que ha terminado por dividir a los grupos de poder del priísmo oaxaqueño y desalentar a su militancia . En su pretensión por legitimar un acto de imposición lo único que ha conseguido es tensar las relaciones hacia dentro y fuera PRI y confrontar a Eviel Pérez Magaña con la mayoría de los aspirantes. Y, ya en vísperas del destape, se echa mano de prensa, radio televisión a nivel local y nacional para publicitar el informe de seis meses de EPM replicando, en su escenografía y estilo, el formato de un Informe de Gobierno. De principio a fin el derroche de recursos (¿públicos?) y la inequidad interna, pero sobre todo la violación de los incisos 3 de los artículos 146 y 152 del CIPPEO que prohíben los actos anticipados de campaña, la “contratación de propaganda en cualquier forma” y la promoción de la imagen personal “de manera pública y con el inequívoco propósito de obtener la postulación a un cargo de elección popular”.
El caso del precandidato opositor Gabino Cué Monteagudo es similar en cuanto a la intención de promocionar su imagen personal antes del inicio del período de las precampañas, lo que se hizo público desde que era senador y que persistió ya como precandidato a la gubernatura por la coalición “Unidos por la Paz y el Progreso”.
En su descargo, se podría con justa razón precisar que la difusión de sus actividades políticas y de gestión no han sido a costa del erario público estatal y que lo que el ha gastado en meses su adversario en el PRI lo erogó en unos cuantos días, previos y posteriores a la presentación de su informe semestral.
Sin embargo la intención es la misma y, al igual que Eviel y otros aspirantes del PRI,
es claro que no ha respetado el contenido de los artículos 146 y 152 del CIPPEO.
En uno y otro caso, un papel crucial lo han jugado los equipos de trabajo del círculo rojo que en el caso de Pérez Magaña está constituido en su mayoría por funcionarios de primer nivel del gabinete de URO y en el de Cué Monteagudo por cuadros del PC , del PT y un sector de académicos.
En uno y otro bando existen cuadros con amplia experiencia política y operadores electorales de primera línea pero ambos adolecen de un staff de abogados con formación jurídica sólida en materia electoral. Los tienen, pero son los menos y no siempre son escuchadas ni atendidas sus opiniones y recomendaciones.
En el PRI hasta ahora se ha impuesto la “línea” burocrática de la burbuja ulicista, depurada y reciclada con funcionarios antifranquistas, que en su nerviosismo y prisas para revertir el bajo perfil de EPM no reparan en medios y fines para invadir la ciudad capital con costosos espectaculares y bombardear las estaciones de radio y televisión con spots del próximo candidato del PRI a la gubernatura.
Y en las filas de la coalición UPP el problema mayor radica en que, con la excepción del abogado Victor Alejo Torres, representante del PC ante el Consejo General del IEE, los demas abogados que ocupan algún cargo en las estructuras del PRD, PAN y PT, y en el mismo órgano electoral, han sido poco atentos y hasta omisos para diseñar una estrategia de respeto y aplicación de la normatividad electoral.
En un escenario de elecciones de Estado, con una fuerte competencia en la disputa por la gubernatura y algunas diputaciones y presidencias municipales, y en un ambiente político que cada día amenaza con descomponerse mas, es y será indispensable que los partidos políticos, precandidatos y candidatos a cargos de elección popular sean los primeros en guardar compostura para no seguir sumergidos en los viejos abusos y costumbres que han hecho de Oaxaca y México un territorio de complicidades y acuerdos en lo oscurito, en donde sigue prevaliendo la política de “muchos ideales y pocos escrúpulos.”

isidoroyescas@yahoo.com.mx
http://sociedadypolitica1.blogspot.com/

Publicado en Noticias, febrero 26 del 2010.

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